Todos los colores de las Clementinas se crean a mano

Belleza Clementina

Si algo recuerdo en mí de toda la vida son bicicletas, pero también dibujos y pinturas. Acabar cajas de colores impulsivamente en la infancia y una búsqueda de aportación estética para la resolución filosófica de nuestro tiempo. Tras toda una vida de poesía, exposiciones y estudio apasionado de la pintura española, japonesa, tibetana, de las culturas indígenas de América pero sobretodo de la pintura catalana, aparco todo esa trayectoria por un conflicto conceptual interior irresoluble en la deriva mercantilista de ese gran ciclo de luz para el arte que fue el S.XX.

Esto no obstante deja en mi unas maneras para todo ya que el arte puede estar en todo, no olvidemos el origen etimológico griego de la palabra «aristós» que significa difusamente excelencia, pero también funcionalidad realizada…

En cualquier caso del arte como del lenguaje, cada ser saca elásticamente una voz de el. Unos claman emociones, otros agitación y algunos banalmente negocio.

a la noche prefiero preguntarme por la BELLEZA que pude hacer durante el día.

Para mí el arte siempre metió más el palo en la lata de la belleza… porque al final resuelve la tensión de la evolución humana de una forma positiva, intento razonar¡¡, pero volviendo a una forma más sencilla de vivir, como la de un campesino o la de una bicicleta como máquina, al final del día prefiero preguntarme por la BELLEZA que pude hacer durante el día..
Me fascinan las máquinas y la ingienería, pero a parte de su desarrollo y creación, me fascina otra cuestión casi de igual manera, que es, su aspecto.

Toma relevancia crucial el aspecto en el diseño, que en mi caso se matiza por un imperativo funcional, y más con un enfoque tan pragmático como puede llegar a ser el de un mecánico pero hay otro que en ciclismo es fascinante y es, el aspecto decorativo.

El color

Mi manera de enfocar culturalmente el color en Clementina es desde la integración de los colores del paisaje e icónos de la tierra y el mediterráneo con las bicicletas como si de un tatuaje se tratase y empoderar así la máquina. Los colores de las cosas siempre son más amplios y significativos que cualquier cosa que podamos contar de ellas- Los colores y los argumentos pictóricos salen de las guías botánicas del monte mediterraneo, de las barcas de la playa, de los vinos blancos del Pènedes y los tintos del Priorat, del mar profundo, los olivos arbequinos y las noches de verbena de los pueblos en verano…el pan, la sangre..Todo siempre sin que nada entre en frivolidades y que una bici parezca una bici.
Rápida y vestida.

Todos los colores de las Clementinas se crean a mano en Badalona al lado del mar, como no podía ser de otra manera, una a una. Sin modas.

Pau Tena Rodrigo